Why did I want to read it?

What did I get out of it?

Aquí se encontrará solo la descripción, en estado puro, de un mal del ánimo. (p. 13)

No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no la pena de ser vivida. (p. 15)

Los muros absurdos

Lasitud = flojera.

Suele suceder que los decorados se derrumben. Despertar, tranvía, cuatro horas de oficina o de fábrica, comida, tranvía, cuatro horas de trabajo, cena, sueño y lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado al mismo ritmo, es una ruta fácil de seguir la mayoría del tiempo. Pero un día surge el «porqué» y todo comienza con esa lasitud teñida de asombro. «Comienza», eso es importante. La lasitud está al final de los actos de una vida maquinal, pero inaugura al mismo tiempo el movimiento de la conciencia. Lo despierta y provoca la continuación. La continuación es la vuelta inconsciente a la cadena, o el despertar definitivo. Aquí debo llegar a la conclusión de que es buena. Porque todo comienza por la consciencia y nada vale sino por ella. (p. 24)